lunes, 26 de noviembre de 2012

Los medios ante la revolución digital

Excelente vídeo que recoge la opinión de varios expertos en el futuro de la revolución digital en los medios masivos de comunicación.


lunes, 19 de noviembre de 2012

Razones que explican la pérdida de valor añadido en el trabajo de los periodistas


Por BÁRBARA YUSTE
En su último artículo Robert Picard, director of research at the Reuters Institute for the Study of Journalism at Oxford, realiza una reflexión interesante y absolutamente necesaria sobre la falta de valor añadido en el trabajo diario de los periodistas.
En las argumentaciones de este analista y experto en medios se dejan entrever varias críticas, a las que agrego algunas consideraciones que se vienen sucediendo en los últimos años en una mayoría de medios:
1. Se detecta una cada vez mayor “mecanización” de las rutinas periodísticas.
2. Los profesionales no estudian ni investigan más allá de lo evidente debido a la falta de tiempo.
3. En relación directa con lo anterior, se observa, según ejemplifica Picard, una tendencia a cubrir más las declaraciones de algún político, el lanzamiento de un nuevo “gadget” en el mercado o si la lesión de una figura del deporte repercutirá al rendimiento del equipo en el próximo partido.
4. Se ha producido en los medios una “estandarización” de las noticias. La agenda de los periodistas se reduce a informaciones oficiales o notas y comunicados de prensa que instituciones públicas y privadas dan a conocer a través de sus propios canales de comunicación, especialmente digitales.
5. Las webs, blogs y redes sociales permiten a gobiernos, instituciones públicas y empresas informar de sus actividades muy fácilmente, de manera que la información que generan cada día llega a las manos del periodista con un solo golpe de click. Su aportación, en muchos casos, queda limitada a la edición de textos e imágenes. Información enlatada.
6. La pérdida de la intermediación debido al uso de las citadas herramientas de comunicación marca el desinterés del ciudadano por una información que no necesita pasar por el filtro de un periodista, a menos que éste aporte o agregue el valor añadido de la interpretación, el análisis o la reflexión. 
7. Picard pone en duda que muchos periodistas tengan capacidad para ofrecer el valor añadido que hoy demanda el mercado, entre otras razones por la comodidad y la “rutinización” de sus tareas.
Las empresas periodísticas deben romper estas dinámicas. ¿Cómo? Alejándose de la agenda oficial, de la información estandarizada y que se encuentra disponible en otra parte. Los medios deben cambiar los ritmos de trabajo de los periodistas, de manera que éstos se puedan dedicar a buscar enfoques diferentes, que interesen al público, que den contexto a las informaciones, explicar cómo y por qué suceden las cosas. Solo existe este camino en el actual contexto 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Un periodismo en entredicho


Por: Wilda Rodríguez

Publicado: 20/10/2012 11:32 am
Quisiera hablar de periodismo literario. Comentaba el otro día con José Manuel Fajardo, el colega español que forma parte del comité organizador del Festival de la Palabra, que echaba de menos el tema del periodismo literario en ese evento. Me prometió que lo abordarían en el futuro. Guardo para entonces este viejo gusto por un tema supeditado en mi país a una triste realidad que opaca cualquier posibilidad de hablar de lo mejor de nuestro periodismo sin mover y hasta bajar la cabeza con pesadumbre. El nuestro es un periodismo en entredicho.
80 GRADOS
Me consuela un poco que José Manuel sufre la misma aflicción en España. Ambos sabemos que nuestro oficio está en entredicho a nivel mundial. Pero a mí me duele el mío.
Cuando se debate si una muñeca es periodista y cuando un diario nacional no disimula ni un chin chin para manipular el oficio, hablar de periodismo literario a lo Gabriel García Marquez, Mario Vargas Llosa, Mayra Montero, Mari Mari Narváez y Luis Rafael Sánchez, sin apechar los males del periodismo cotidiano, sería vivir en Lalalandia. Y a veces vivimos.
Optamos por ampararnos en la gesta de colegas que lo hacen bien para evitar señalar a los que lo hacen mal. Salimos corriendo todos los años a premiar a los mejorcitos y celebrar el oficio como si con eso tapásemos el cielo con la mano. Triste que hacer algo bien hecho es un evento para celebrar en vez de la norma.
Pero no. El grueso del periodismo que se hace en Puerto Rico en estos momentos es malo como paja. Aún siendo todo lo diverso y disparejo que es, el saldo es mediocre como mucho. Aún con sus bolsillos de profesionalismo consistente e inamovible, la mayoría de los periodistas son chapuceros, ignorantes e inmerecedores de la distinción de ser cronistas de su pueblo.
He sido activista del periodismo puertorriqueño por más de cuarenta años. Lo he defendido con uñas y dientes. He tratado de vivir a la altura de mis mejores maestros. He señalado nuestros desaciertos con discreción y mesura para no ofender a los que lo siguen haciendo bien a pesar de todo. Los que lo lamentamos entre nosotros y nos callamos ante los demás. ¿Y de qué nos ha servido? Cada día estamos peor. Pues entonces a decirlo, dale: estamos permitiendo un periodismo de mierda hecho por periodistas de mierda.
Para el resto de la columna, vea 80Grados.
*La autora es periodista y expresidenta de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico.